La psicología señala los problemas que tienen los niños en las instituciones. Sus deseos y pedidos no tienen eco: ¿quién acude a su llamado en la noche?, ¿quién les cuenta cuentos?, ¿quién los invita a su cumpleaños?, ¿quiénes son sus amigos?, ¿quién los felicita por sus logros?
Todos los niños todos tuvo su sala, su día y su público. También recibió silencios y aplausos.
El 2 de mayo de 2016 a las 18.30, en la Sala Leopoldo Lugones del Pabellón Amarillo del predio de la Feria Internacional del Libro, el texto que cuenta cómo y por qué la provincia de San Luis inició la desinstitucionalización de sus niños. El libro fue presentado por María Antonia “Tona” Salino y Mirta Mobellán –a sala llena, bajo la atenta mirada del Doctor Alberto Rodríguez Saá–.
En su discurso de apertura, el rector de la Universidad de la Punta, Fernando Salino, agradeció la presencia de la ministro de Turismo y las Culturas, Liliana Bartolucci, de la diputada nacional Ivana Bianchi, de la senadora provincial Gloria Petrino, del intendente de Merlo, Rody Flores, y de la gente de la Casa de San Luis, que acompaña cada iniciativa que se realiza en Buenos Aires.
“Un stand del programa San Luis Libro, que depende del Ministerio de Turismo y las Culturas y de la Universidad de la Punta, difunde la importante tarea de los autores de San Luis, además de editar este trabajo. Esta sala es una vitrina que nos permite actualizarnos. Todos los niños todos es un testimonio muy importante que adquiere aún más relevancia en un ámbito de libertad que nos permite expresar nuestra mirada acerca de un tema; decimos mirada y no una simple observación bucólica de una realidad inexorable”, afirmó Salino.
Luego, con mucha ternura “Tona” Salino explicó el acto de amor que los llevó a publicar la obra, enmarcada en los Libros de Charly. “Carlos Juan Rodríguez Saá (Charly) era nuestro hijo, y para recordarlo decidimos trasladar su biblioteca, la cual será inaugurada en breve tiempo”.
Después comentó que el Gobierno de San Luis decidió abordar un tema que tiene a los niños como protagonistas: “Hay dos infancias: por un lado están los niños, los adolescentes, nuestros pequeños hijos o nietos que van a la escuela, tienen un hogar, reciben nuestra sonrisa, nuestro abrazo, van a la plaza y juegan… Y también están los ‘otros’, esos que están institucionalizados y sin derechos; esperan sin comprender el motivo por el cual no tienen acceso a la cultura, a una familia legítima, a leer un libro o a ser felices. Este libro se llama Todos los niños todos porque en San Luis consideramos que todos son niños. Queremos que se destierre el término ‘menor’, que se sigue usando no solo desde lo jurídico: se sigue usando ‘el menor’, ’la minoridad’, ‘el juzgado de menores’. Debemos reconocer que niños, niñas y adolescentes son iguales, por eso el titulo”, detalló.
La historia puntana cuenta que hace 70 años los adultos pasaban con indiferencia por donde estaban encerrados los chicos, hasta que poco a poco esa modalidad fue cambiando: “En diciembre de 2003 asumió la gobernación el doctor Alberto Rodríguez Saá, quien puso el acento en el tema de los derechos humanos: fue cuando se descubrió que los derechos no eran respetados ni en su provincia ni en la Argentina. Gracias a esa valentía de saber jugarse por lo que creía es que se pudo llevar adelante la tarea de cerrar los institutos que existían en San Luis, sosteniendo la decisión en la Convención Internacional de los Derechos del Niño, la creación de las Familias Solidarias y la situación en los tres institutos que existían en San Luis”.
A continuación, Mirta Mobellán señaló la importancia de considerar al niño como centro y eje de una política pública que le otorga derechos: “Los chicos y el trabajo en las instituciones me movió siempre y me impulsó a acercarme a las autoridades. Trabajamos siempre para el cambio. Luego del cierre a nivel nacional, salió la Ley de protección integral, la cual lamentablemente no se está cumpliendo. Hay una problemática en todas las provincias, menos en San Luis”.
Conmovida por el relato que actualiza día a día, la coautora comentó que la mayoría de los chicos que estaban en las instituciones de San Luis pertenecían a familias muy humildes. Esta afirmación surge de un informe que data del 2004 y pertenece al Ministerio de Desarrollo Social de la provincia de Buenos Aires y que sostiene que de 11.000 niños que vivían en instituciones solo 36 estaban por situaciones de abuso, 14 por maltrato y el resto lo hacía por la precaria situación familiar.
“Creemos que los niños deben ser vinculados socialmente y, si no es asistido o contenido, el Estado tiene que protegerlo; encerrado en instituciones, no recibirá casa, abrigo, educación y amor. Para tal fin, impulsamos la creación de las Familias Solidarias, que consistían en la contención de un niño por parte de familias, previamente seleccionadas, por un tiempo determinado”.
Estas familias son entrevistadas por una psicóloga/o y se observa el tiempo en que el niño se adapta a ella. “Se trata de trabajar vínculos mediante el consejo de los trabajadores sociales o acompañantes terapéuticos. Cuando el amor toma decisiones, San Luis abraza al niño y lo hace parte de sus políticas”, concluyó.
Patricia Ortiz