Berta Vidal de Battini es una destacadísima representante del “mundo puntano de las letras”. Nació en 1900 y falleció en Buenos Aires en 1984. En su provincia natal, estudió Magisterio para luego terminar su formación intelectual en la Universidad de Buenos Aires, donde se doctoró en Filosofía y Humanidades con su tesis “El habla rural de San Luis”.
En el sexto capítulo de Mitos Sanluiseños, la autora cuenta la historia de un noble y bondadoso campesino quien, al intuir que su muerte estaba cerca, decidió abandonarse a ella confiado y en paz. Fue así como llamó a sus numerosos hermanos en la creencia de que lo amaban de verdad y, para evitar discusiones, quiso que ellos mismos eligieran de qué forma lo ayudarían.
Uno pregunta:
–Cuando yo me muera, ¿quién me ayudará?
El coro contesta:
–Yo no, yo no, yo no…
–Cuando yo me muera, ¿quién me velará?
–Yo no, yo no, yo no…
–Cuando yo me muera, ¿quién me enterrará?
–Yo no, yo no, yo no…
–Cuando yo me muera, ¿quién me rezará?
–Yo no, yo no, yo no…
–Cuando yo me muera, ¿quién me heredará?
–Yo, yo, yo, yo…
El pobre hombre nunca imaginó que se llevaría semejante desilusión.
La Divina Justicia actuó debido a la mala acción de los malos hermanos, quienes se convirtieron en inmundos sapos que se dirigieron al agua, condenados a vivir allí donde nada podrían guardar, debiendo reproducir todos los días las fatales palabras.
Claudia Ortiz