Las Sierras de las Quijadas, fue creado como Parque Nacional en 1991 y ocupa una zona semi árida caracterizada por una vegetación de matorrales y por un bosque adaptado a la sequedad. Muestra acantilados farallones y miradores de entre 200 y 300 mts. de altura, teñidos de una coloración rojiza.
El Potrero de la Aguada es un enorme anfiteatro natural rodeado de abruptas paredes, en el cual la erosión ha tallado relieves y depresiones como graderías, columnas, farallones, acantilados y cornisas, componiendo un paisaje para el asombro.
A pocos km. de la entrada se encuentra el sitio arqueológico conformado por más de 20 hornillos utilizados probablemente para la producción de piezas cerámicas de un asentamiento indígena, que correspondería a la cultura huarpe.
Se han encontrado restos fósiles de dos especies de pterosaurios o lagartos alados, uno de ellos con barbas que formaban una especie de canasta para retener los microorganismos de los que se alimentaban filtrando agua.
Los paseos por los senderos interpretativos están ubicados en los miradores superiores del Potrero de la Aguada que permiten obtener increíbles panorámicas. Las más resistentes tienen dos recorridos que se hacen con guía y pueden caminar hasta la huella fosilizada del dinosaurio a descender hacia el valle del Potrero de la Aguada y cruzarlo hasta alcanzar los pies de los majestuosos farallones.
El área aún no cuenta con todos los servicios requeridos para el visitante, por lo que se recomienda ir provisto de agua y de algún tipo de protección contra el sol.
Es un maravilloso lugar: los colores, los paisajes,la flora y fauna, la historia del lugar,la excelente atencion e información por parte de los guardaparques como de los guias.Tuve la oportunidad de conocer ese bello lugar el 9 de septiembre al concurrir con alumnos y docentes compañeros del Colegio N* 12 y disfrusamos cada paso y minuto.