El Parque Nacional Sierra de las Quijadas tiene 150.000 has enmarcadas por un conjunto de formaciones geológicas en superficie con una antigüedad de 100 a 120 millones de años. El conjunto de capas que componen las sierras se elevó a partir de un plegamiento ocurrido hace 25 millones de años y continúa, de modo imperceptible, levantándose en la actualidad.
Una vez que el plegamiento originó la montaña, la erosión ocasionada por el agua y el viento hizo el resto: generó quebradas y valles que sacan a relucir los cortes sedimentarios. En esta etapa se formó el valle del Potrero de la Aguada, que no es más que una increíble ventana abierta por procesos naturales.
En este maravilloso escenario de formaciones rocosas moldeadas por la erosión a lo largo de miles de años se refugiaron los gauchos que escapaban de la justicia. Las quijadas de vacunos encontradas por antiguos pobladores le dieron el nombre a la zona, que atesora restos fósiles de dinosaurios y conserva yacimientos arqueológicos de culturas aborígenes para descubrir y maravillarse a cada paso del camino.
Por la Sierra de las Quijadas, antiguo camino de los asaltantes, hoy pasa la Ruta Nacional Nº 147, que constituye uno de los límites del Parque Nacional, ubicado a 116 km de la ciudad de San Luis, en el noroeste de la provincia homónima.
Los voluminosos acantilados, de un intenso color rojo adquirido por la fuerte oxidación de los materiales, construyen un magnífico anfiteatro natural, admirado por miles de turistas que eligen conocer un lugar adonde se han encontrado numerosas huellas de dinosaurios, abundantes restos de troncos, raíces petrificadas y algunas placas rocosas con pistas o galerías muy delgadas, que se presume fueron dejados a partir de la acción excavadora de gusanos.