Fue un sábado lleno de promesas y esperanzas en el cual la Fiesta del Cristo de Renca llegó a su fin con una misa de celebración a cargo del obispo de San Luis, Monseñor Pedro Martínez. La celebración se realizó en la entrada de la parroquia donde mora el “Señor de los Milagros”. El calor de la gente acompañó esta fiesta religiosa con pañuelos blancos.
El Gobernador de la provincia, CPN, llegó a la localidad de Renca para sumarse a los feligreses que se reúnen todos los 3 de mayo para renovar la fe y los votos que veneran al Cristo. Cada uno de los fieles guardó en su memoria el fervor expresado en cantos, súplicas, agradecimientos y oraciones.
El obispo de San Luis, Monseñor Martínez, presidió la misa principal junto al párroco de la iglesia de Renca, Padre Federico Kunz. El gobernador estuvo presente junto a la intendente de la localidad, María Ester Farina; el ministro de Gobierno, Justicia y Culto, Eduardo D’Onofrio; el secretario de Gobierno, Legal y Técnica, Víctor Endeiza; la ministra de Vivienda, Cecilia Lucero, el ministro de Inclusión Social, Federico Tula; el ministro de Deportes, Arnaldo Lastra; legisladores nacionales y provinciales e intendentes
En la homilía, Monseñor Martínez, explicó el significado que tiene para los católicos la festividad de Renca, sobretodo la peregrinación: “Es algo antiguo, tan antiguo como cuando Moisés guió al pueblo hacia la tierra prometida. La peregrinación tiene un sentido: pedir perdón y también agradecer. Es un momento de purificación. Pedir perdón significa reconocer que Dios es Dios y nosotros sólo criaturas”.
“Renca es el centro y el alma de San Luis”, dijo con énfasis el obispo. Para finalizar leyó un texto de Juan W. Gez sobre la campaña libertadora de San Martín, para hacer una analogía con la peregrinación. Y cerrando el texto afirmó: “Debemos aprender a vivir de nuestras raíces”.
Ocho gauchos del pueblo levantaron en andas al Cristo. Comenzaba la procesión. Con cantos, aplausos y vivas al “Cristo del Espino”, la gente acompañó el recorrido alrededor de la plaza. Al llegar nuevamente a la parroquia, los gauchos custodios del santísimo, ingresaron al recinto para depositar la imagen en su lugar, hasta el próximo 3 de mayo donde se volverá a realizar la ceremonia, una de las más importantes de la provincia.
El gobernador Poggi señaló que es un día “de agradecimiento, de hacer las peticiones que se desean para el futuro. Mi pedido fue trabajo. Que todos los sanluiseños tengan trabajo que es lo que ordena a toda sociedad”.