El libro escrito por José Villegas, editado por San Luis Libro, fue publicado en 2011. El autor puntano es bibliotecario, historiador, docente de los niveles medio y superior, profesor de la Universidad Nacional de San Luis, Facultad de Ciencias de la Educación. El libro recorre la historia de la vida de San Luis, y la describe en una serie de 95 relatos cronológicos, desde sus inicios hasta la actualidad, siempre bajo su mirada amplia y abarcativa.
En El Requerimiento (1510), José Villegas pide perdón a las culturas originarias americanas por traer a la memora semejante instrumento legal de explotación. Los adelantados, con escribano, cura, espada y arcabuz, leían ante los caciques de las tribus, traductor mediante, un documento de parte de S.M. Don N. Rey de Castilla por el cual se requería el reconocimiento a la Iglesia por ser Señora del universo mundo y a Su Majestad como superior, rey de las islas y tierra firme, así recibirían muchos privilegios de Su Majestad; caso contrario, serían objeto de guerras, persecuciones a mujeres e hijos, amenazas de sujeción a la esclavitud y de apropiación de sus bienes .
La otra cara (1512) advierte que existió otra cara, representada por los frailes dominicos Pedro de Córdoba, Bernardo de Santo Domingo y Antonio de Montesinos, que pretendían predicar el evangelio en español. Cuando se pusieron al tanto de los martirios y atrocidades, se celebró una misa en la que procuraron que estuviesen presentes el virrey y demás funcionarios. De esta manera se construyó un discurso en l que se los acusaba de estar en pecado mortal a causa de la crueldad con la que hacían padecer a la población inocente, sin ningún derecho. Esto fue tomado como una afrenta. Posteriormente, el Papa Pablo III sostuvo en su bula “Sublimes Deus”, de 1557, que “los indios tienen alma y deben ser tratados como humanos”.
El Fray Bartolomé de las Casas, en su celda del convento de Atocha, concluye: ”… los indios americanos tienen todo el derecho, que les durará hasta el día del juicio final, a hacernos guerra justísima….”. (Estas palabras cayeron en saco roto por cientos de años posteriores).
Claudia Ortiz