El libro escrito por José Villegas, editado por San Luis Libro, fue publicado en 2011. El autor puntano es bibliotecario, historiador, docente de los niveles medio y superior, profesor de la Universidad Nacional de San Luis, Facultad de Ciencias de la Educación. El libro es una narración histórica, compuesta de una serie de 95 relatos cronológicos en los cuales se desarrolla la historia de San Luis desde sus inicios hasta nuestros días, que abarcan pasado y presente de la historia de la provincia desde una mirada subjetiva del autor.
El Carrizal
La fundación de la ciudad San Luis fue en 1594 y tuvo como objetivo una mejor comunicación entre Santiago de Chile y Buenos Aires para encontrar una salida hacia el Atlántico y asegurar el camino desde Cuyo hasta Tucumán. De esta manera, se otorgaron mercedes reales a un cofundador de la ciudad, Francisco Muñoz de Aldana, por los servicios prestados en la causa real en «El Carrizal”, nombre dado primigeniamente a la actual Estancia Grande. Don Jesús Tobares dice: “De estas tierras situadas a tres leguas de la ciudad de San Luis, en 1595 Francisco de Muñoz de Aldana toma posesión de El Carrizal ante el alcalde y en presencia de escribano público, y se convierte así en el primer poblador de esta región”. Villegas toma esta acción como el inicio de las “semillas de puntaneidad”, lo cual motiva a los pobladores al cultivo de la tierra y al comercio de la madera, como también a la cría de ganado.
Luego encontramos, en la segunda mitad de 1700, la viña de la que es dueño Don Prudencio Miranda. Allí nacen las “tejedoras puntanas”, de las que Sobremonte dirá en su paso por San Luis: “… tiñen de azul con añil… y el anaranjado con hollín…”, técnica aprendida de culturas originarias de la zona.
Los hombres se dedicaban a la agricultura, las vaquerías, las artesanías en cuero, con registro en la región de curtidores, trenzadores y petaqueros, entre otros. Ya en 1840, la región concentraba la mayor parte de su población en el antiguo Carrizal.
Hoy se sabe que en las regiones actuales de Estancia Grande, El Durazno y Vironco hubo un gran desarrollo del cultivo de vid, con fabricación de vinos artesanales. Además, el libro ilustra sobre las plantaciones e higueras, durazneros, manzanos, granados y perales entre 1600 y 1800.
Claudia Ortiz